miércoles, 25 de septiembre de 2013

Necesidades Generales

La programación de nuestras necesidades resolverá la mayoría de los problemas prácticos, estéticos e incluso económicos que plantea cualquier proyecto de decoración.
 
 
En toda decoración intervienen una serie de factores que determinan las necesidades generales a las que aquella ha de ceñirse. Entre todos los factores destaca el humano, por ser motivo básico de la propia decoración.

 
Podríamos, por tanto, afirmar que decorar consiste en vestir un local y dotarlo de un ambiente que resulte adecuado para el desarrollo de la vida privada de la persona que va a utilizarlo como vivienda. Esta relación entre el hombre y la decoración es fundamental, pues resulta evidente que, donde no existe un sentido decorativo adecuado a la vida familiar y social, el ambiente es frío e incómodo, lo que podría afectar en forma negativa a las normas generales de convivencia y trato afectivo.
 
Los factores funcionales también intervienen en gran manera en la decoración y son, sin duda, los que más han influido en su evolución, al conjugar el empleo de nuevos materiales con el diseño de muebles y sus complementos y accesorios.
 
Por otra parte, los factores psicológicos que tanta importancia revisten en la decoración guardan relación directa con la propia formación del individuo, con su edad y sus preferencias. En términos generales, las personas de formación intelectual anteponen la funcionalidad a cualquier otra característica de la decoración; los individuos de formación media se preocupan de manera especial por la comodidad; por último, las personas interesadas por las cosas del espíritu gustan más del estilo. En cualquier caso, estas preferencias se ven supeditadas a las circunstancias sociales y económicas del individuo.
 
En resumen, toda decoración deberá adecuarse a los factores humanos, funcionales y psicológicos, procurando que ninguno de ellos predomine con exceso e incluso llegue a anular a los otros.  Para ello habrán de conjugarse:
 
La funcionalidad, entendida como adecuación de la totalidad y de cada parte al uso que se destina.
La estética, mediante la cual, y al margen del estilo utilizado, debe obtenerse un conjunto de buen gusto artístico.
La economía, conseguida no por la utilización de materiales y elementos de baja calidad, sino por el estudio de sus posibilidades de aplicación en las mejores condiciones posibles.
 
Toda decoración en la que se hayan dado cita estas tres circunstancias básicas se encontrará muy cerca del ideal perseguido: un hogar en perfecta armonía y equilibrio con la familia y con su forma de vida.
 
 
Zona de estar perfectamente conseguida, en la que se conjugan todas las necesidades de carácter psicológico: ambientación cromática sedante que invita al descanso; disposición de asientos en forma semicircular, creadora de intimidad en la relación social: orientación focal dirigida hacia la chimenea, de significación hogareña, y decoración de fondos a base de cuadros, como expresión de riqueza cultural.
 
 
La "Necesidades Generales" son fundamentales a la hora de iniciar cualquier proyecto de Arquitectura de Interior y dará paso a la creación del "Programa".

Francisco Silván
Arquitecto de Interior
www.arquitecturadeinterior.com
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